Virus en el Aire y las Superficies

Los virus son nanopartículas que no tienen vida al carecer de organelas características de funciones vitales pero con la suficiente capacidad de utilizar el material genético de una célula humana o célula animal para su reproducción.

Ellos aprovechan el material genético de la célula que los hospeda con el objetivo de reproducirse, luego salen de esa célula a otra. Es así como toda forma de nanopartícula puede ser inhalada y llegar fácilmente a los pulmones de cualquier individuo. En ese proceso de invasión y contagio que ejercen tanto virus como bacterias, las nanopartículas de menor tamaño, entre 20 y 100 nm (nanómetros) se depositan en los alvéolos, haciéndonos más susceptibles a un posible contagio.

Es así como estamos expuestos permanentemente al estar en contacto con el aire del exterior, cuando salimos a la calle, cuando vamos a la oficina, al utilizar medios de transporte público, al ingresar a instituciones de salud y educativas o estando en la vivienda llegando también micro partículas de polvo, esporas hongos y ácaros, causantes de otras enfermedades respiratorias.

Ante esto y con relación al virus que nos aqueja en estos tiempos, nos hemos preguntado alguna vez si ¿El virus puede estar presente en el aire?

Y la respuesta es Sí, aunque el actual virus mide muy poco, es microscópico, e imposible de observar directamente por el ojo humano, puede observarse a través de microscopios electrónicos. Mide unos 100 nanómetros de tamaño y las gotas en las que viaja pueden ser miles de veces más grandes, aunque tan pequeñas que seguimos sin apreciarlas a simple vista.

según publica ‘The New England Journal of Medicine’(2020) Cuando las gotas son diminutas se habla de aerosoles o microgotas. Tras un estornudo, las más pesadas caen rápidamente a una distancia de entre uno y dos metros, pero otras quedan suspendidas y llegan a recorrer hasta ocho metros.

Por otra parte, en una revisión de 26 artículos científicos se concluye que al toser, estornudar y hablar se generan partículas de entre 0.05 y 500 um, en una persona sana, mientras que los individuos infectados generan partículas de entre 0.05 y 500 um (micrómetro) lo cual indica que el transporte de partículas con propiedades patogénicas no son las únicas que pueden estar disponibles en el aire.

Además es importante resaltar que el gas húmedo y caliente en la región alveolar transita de los pulmones hasta el tracto respiratorio superior, donde el gas se enfría y pasa a estado líquido haciendo que la vibración y los movimientos de las cuerdas vocales al hablar y al toser, el tipo de actividad respiratoria; respirar, estornudar, hablar, la frecuencia de la actividad respiratoria, el número de partículas generadas, el sitio de la infección, la carga de patógeno y el tipo de patógeno, puedan ser los responsables de la mayoría de generación de partículas que pueden facilitar los contagios.

Pero ¿Qué sucede con las superficies y los virus?

Hay varios estudios que determinaron la estabilidad del virus SARS-CoV2 en diversas superficies, siendo muy variable el resultado. Al respecto, el virus SARS-CoV-2 en el cobre permanece durante 4 horas, en el cartón, 24 horas, en el acero inoxidable, 48 horas y en el plástico 72 horas a 21-23 ºC y con 40% de humedad relativa.

En otro estudio, a 22 ºC y 60% de humedad, se dejó de detectar el virus tras 3 horas sobre superficies de papel como los documentos impresos o los pañuelos de papel, tras 1 a 2 días sobre madera, ropa o vidrio y más de 4 días sobre acero inoxidable, plástico, billetes de dinero y mascarillas quirúrgicas.

La OMS ha insistido en la escasa evidencia científica que existe sobre la posibilidad de que el nuevo virus se transmita por el aire, si bien ha reconocido que la transmisión aérea sí puede ser posible en circunstancias y entornos específicos en los que se realizan procedimientos o tratamientos de apoyo que generan dichos aerosoles.